Cambiar las sábanas con regularidad es fundamental no solo para mantener la limpieza del hogar, sino también para contribuir a la salud y mejorar la calidad del descanso. Los expertos sugieren que realizar este cambio semanalmente puede prevenir el cúmulo de bacterias, ácaros y otros alérgenos que se acumulan con el tiempo. Estas partículas no solo son un riesgo para la higiene, sino que pueden afectar a personas con problemas respiratorios o alergias, haciendo que un hábito aparentemente sencillo tenga un impacto significativo en el bienestar general.
Este sencillo paso en la rutina de limpieza del hogar también se vincula a la promoción de un sueño reparador. Dormir en un ambiente limpio y libre de alérgenos ayuda a reducir interrupciones durante el descanso, asegurando una mejor calidad de sueño. Especialistas en salud del sueño destacan que el ambiente en el que dormimos juega un papel crucial en el descanso nocturno, lo que reafirma la importancia de dar atención a los detalles, como las sábanas frescas y limpias, para fomentar un entorno propicio para un sueño saludable.
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