El Gobierno francés ha iniciado un contacto diplomático tras el desalojo de un grupo de jóvenes judíos franceses en un vuelo de Vueling desde Valencia a París. El embajador de España y la CEO de la aerolínea, Carolina Martinoli, fueron convocados para esclarecer si el incidente, ocurrido el pasado miércoles, puede ser calificado como un acto de discriminación. Vueling, por su parte, defendió la expulsión argumentando que el comportamiento de los adolescentes comprometía la integridad del vuelo y ponía en riesgo la seguridad de los pasajeros, destacando que se habían manipulado chalecos y máscaras de oxígeno.
Ante la controversia, el Ministerio de Exteriores francés expresó su profunda preocupación por lo sucedido. El titular de la cartera, Jean-Noël Barrot, se comunicó con Martinoli para solicitar explicaciones y evaluar si se había producido algún tipo de discriminación religiosa. En respuesta, la ejecutiva de Vueling se comprometió a realizar una rigurosa investigación interna, cuyos hallazgos serán compartidos con las autoridades de ambos países, en un esfuerzo por aclarar lo ocurrido.
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