En la reciente cumbre mundial de biodiversidad celebrada en Cali, Colombia, la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez, ha centrado su atención en buscar reconocimiento para los pueblos afrodescendientes dentro del marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD). Su propuesta, respaldada por Colombia y Brasil, busca saldar una «deuda histórica» del sistema de Naciones Unidas con estos colectivos. Durante el foro internacional, Márquez enfatizó la importancia de reconocer a los afrodescendientes no solo en términos individuales, sino como un colectivo con derechos y responsabilidades sobre la biodiversidad. La iniciativa ha generado encendidos debates en la cumbre, enfrentándose a la resistencia de ciertos países, incluidos algunos africanos.
Por otro lado, Anielle Franco, ministra de Igualdad Racial de Brasil, subrayó la conexión entre justicia climática e igualdad racial, destacando que los afrodescendientes enfrentan un impacto desproporcionado del cambio climático y los desastres naturales. En su intervención, Franco anunció un programa conjunto entre Brasil y Colombia enfocado en la conservación de la biodiversidad y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles para combatir las desigualdades raciales y socioambientales. Ambas líderes han hecho de este encuentro una plataforma para buscar el reconocimiento oficial de los afrodescendientes en la lucha contra la pérdida de biodiversidad, esperando que este avance se traduzca en una victoria histórica para la justicia ambiental y bajo la premisa de que los afrodescendientes han defendido siempre los ecosistemas actuando como «agentes de conservación».
Leer noticia completa en El Pais.