El primer debate televisado entre los aspirantes a primer ministro de los tres principales bloques políticos en Francia —la extrema derecha liderada por Jordan Bardella, el centro macronista representado por Gabriel Attal y la alianza de izquierdas con Manuel Bompard— se centró en propuestas económicas, seguridad e inmigración, dejando de lado temas internacionales. Mientras Bardella subrayó su potencial histórico para reemplazar el macronismo, Attal defendió su postura contra soluciones extremas, y Bompard evitó radicalismos para proyectar moderación. Las elecciones del 30 de junio y 7 de julio se perfilan como decisivas, en un escenario donde ninguna fuerza parece alcanzar la mayoría absoluta, y donde la posibilidad de alianzas para frenar a la extrema derecha se mantiene en duda. Un llamamiento de figuras políticas para pactar antes de la primera vuelta busca evitar dispersión de votos en una segunda ronda marcada por posibles triangulaciones.
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