Francia ha reportado el primer caso de la variante más severa del virus mpox, conocida como clado 1b, generando preocupación entre las autoridades sanitarias por su elevada virulencia y las posibles repercusiones en la salud pública a nivel mundial. Esta variante del virus, que ya había resurgido en 2022, presenta características alarmantes, pues se asocia con una mayor tasa de complicaciones y una transmisibilidad superior, lo que lleva a especialistas a redoblar los esfuerzos para contener su propagación. El virus mpox, de origen zoonótico, se extendió globalmente, afectando especialmente a Europa y América, y se reconocen por provocar fiebre, erupciones cutáneas, y en algunos casos, complicaciones respiratorias o neurológicas. Este diagnóstico en un hombre de 38 años de París, sin antecedentes de viaje a África Occidental, subraya la rápida diseminación de este clado, transmitido por contacto con personas del área afectada.
En respuesta al alarmante diagnóstico, las autoridades han puesto en marcha investigaciones epidemiológicas para rastrear contactos cercanos y prevenir futuros brotes. Países en el Espacio Europeo, incluyendo Suecia, Alemania y Reino Unido, también han registrado casos de la variante clado 1b. Las medidas de precaución en Francia incluyen intensificar los protocolos de vigilancia en aeropuertos y puertos, recomendar la vacunación para poblaciones en riesgo, reforzar las prácticas de higiene y protección como el uso de mascarillas, y fomentar que quienes presenten síntomas busquen atención médica de inmediato. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) monitorea la situación detalladamente, frente a la posibilidad de ajustar directrices internacionales. Francia, con su robusto sistema de salud, continúa priorizando la vigilancia y cooperación internacional para mitigar el impacto de este creciente desafío global sanitario.
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