En el recién formado equipo gubernamental, cuya duración en el poder es aún incierta, se han designado a 39 ministros. La composición de este grupo muestra un marcado sesgo hacia la derecha política, ya que ninguno de los puestos ha sido ocupado por representantes del bloque de izquierda. Este reparto de poder ha generado diversas opiniones y críticas entre la oposición, que ve en esta formación una falta de representatividad y balance político.
La ausencia de ministros de izquierda en el nuevo gabinete subraya un cambio en la dinámica política del país y ha sido objeto de numerosos debates tanto en medios de comunicación como en las esferas políticas. Los analistas advierten que esta homogeneidad ideológica podría influir significativamente en las políticas públicas que se implementen, y sugieren que este escenario podría repercutir en la estabilidad y la aceptación del gobierno entre distintos sectores de la población.
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