La Fiscalía Nacional Antiterrorista de Francia ha iniciado una investigación histórica sobre el asesinato de Hichem Miraoui, un ciudadano tunecino presuntamente abatido por su vecino en Puget-sur-Argens, en un crimen motivado por racismo de extrema derecha. Este es el primer caso en el que la fiscalía, creada en 2019 y especializada en atentados terroristas y asesinatos de corte islamista, asume un caso relacionado con ideologías de ultraderecha. El sospechoso, que compartía discursos de odio en redes sociales, habría disparado también a otro hombre de origen turco. Durante la detención, se encontraron varias armas en su vehículo, mientras los investigadores señalan la intención de perturbar el orden público mediante terror.
El asesinato de Miraoui se produce en un contexto creciente de violencia racial en Francia, un mes después de un ataque similar en una mezquita al sur del país. Bruno Retailleau, Ministro del Interior, calificó el hecho como un acto antimusulmán y posiblemente un crimen terrorista. Asociaciones como SOS Racismo han resaltado la atmósfera cada vez más tensa en el país, mientras la oposición de izquierda critica al gobierno por alimentar un clima de desconfianza hacia los inmigrantes. El Partido Socialista ha expresado que la retórica antiinmigración del gobierno podría alentar posturas racistas y banalizar el racismo en el discurso público.
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