El presidente ha suavizado su discurso respecto a la revisión de los contratos públicos, destacando la necesidad de examinar detenidamente cada acuerdo debido a la considerable cantidad de dinero involucrada. En su última declaración, subrayó que todos los contratos serán evaluados minuciosamente para asegurar que beneficien tanto a Elon Musk como al país, asegurando así el interés público en todas las decisiones gubernamentales relacionadas con el gasto.
Aunque el mandatario ha optado por un tono menos confrontacional, dejó en claro que solo se mantendrán aquellos contratos que sean considerados «justos». Este movimiento se interpreta como un esfuerzo por mantener la transparencia y la equidad en la administración pública, buscando un balance entre los intereses empresariales y el bienestar nacional. La medida podría generar un intenso escrutinio en los procesos de contratación y la implementación de políticas más rigurosas en adelante.
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