El segundo incidente ocurrió en el barco Alma, que navega bajo bandera británica, generando una serie de preocupaciones internacionales. Aunque los detalles específicos del suceso aún no se han revelado completamente, fuentes cercanas indican que las tensiones en la región se han intensificado debido a la creciente presencia de embarcaciones extranjeras. El gobierno del Reino Unido ha sido informado y se espera que emita un comunicado oficial en las próximas horas para calmar la situación y establecer un diálogo con las naciones involucradas.
Este incidente sigue al ocurrido recientemente en otro navío del mismo país, lo que ha llevado a las autoridades a reconsiderar las medidas de seguridad en alta mar. La comunidad internacional observa con atención, pues estas alteraciones podrían tener repercusiones en las rutas comerciales y la estabilidad regional. Expertos en relaciones exteriores sugieren que se forme una coalición para investigar los hechos y garantizar la protección de las embarcaciones que transitan estas aguas.
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