El ciclón, clasificado como de categoría cuatro, avanza implacablemente hacia la costa, representando una amenaza inminente para diversas comunidades. Conforme se acerca el momento crítico en que el fenómeno natural tocará tierra esta noche, las autoridades han puesto en marcha un plan de evacuación obligatoria que afecta a 5,5 millones de personas. La fuerza del ciclón, con vientos huracanados y lluvias torrenciales, ha encendido las alertas de emergencia a lo largo de grandes zonas en su trayectoria prevista, instando a la población a abandonar sus hogares y buscar refugio seguro.
Equipos de emergencia y fuerzas de seguridad están trabajando en conjunto para asegurar que la evacuación se lleve a cabo de manera ordenada y eficiente, minimizando el riesgo para los residentes. Mientras tanto, los refugios han sido habilitados para acoger a las personas evacuadas, y se ha desplegado ayuda humanitaria en los puntos más vulnerables. La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de la situación, con diversas naciones comprometidas a ofrecer apoyo en caso de necesidad. La situación, no obstante, todavía se presenta incierta, y se ha advertido a la población mantenerse informada a través de canales oficiales sobre el progreso del ciclón y las medidas de seguridad recomendadas.
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