Desde los tiempos en que el presidente español Felipe González buscaba estrechar lazos con el canciller alemán Helmut Kohl usando el jamón ibérico como una herramienta diplomática, el oficio de cortar jamón ha crecido en prestigio. Uno de sus referentes más importantes ha sido elegido el mejor en su campo, reconociéndose su talento y habilidad no solo dentro de España sino en el escenario internacional como embajador global de este preciado manjar. Su destreza y maestría en el corte han convertido a este artífice en un representante sobresaliente de la cultura gastronómica española, demostrando cómo un oficio tradicional puede llegar a ser un arte apreciado en todo el mundo.
En medio de una creciente tensión comercial debido a la guerra arancelaria, este maestro cortador de jamón ha tomado un papel proactivo al lanzar una campaña para proteger al sector jamonero. La estrategia busca sensibilizar y defender el valor y la calidad del jamón español en los mercados internacionales, resaltando su importancia como producto emblemático de la gastronomía nacional. Esta iniciativa no solo pretende preservar el legado cultural del jamón ibérico, sino también proteger los intereses económicos del sector en un contexto global cada vez más complejo y competitivo, asegurando que el impacto de las medidas arancelarias no socave el prestigio ganado a lo largo de los años.
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