En una noche calurosa en Sevilla, el ambiente electrizante del Sánchez Pizjuán se encendió con una histórica victoria del equipo local sobre el Barcelona, con un contundente 4-1. La ciudad, atrapada entre el calor y el fútbol, veía cómo el Sevilla rompía una racha de 10 años sin ganarle al conjunto blaugrana en casa. Matías Almeyda, el entrenador del Sevilla, destacó la concentración y el amor propio de sus jugadores, ingredientes clave en la estrategia que neutralizó al Barcelona. Almeyda subrayó la importancia de este triunfo y el impacto positivo en el equipo, que ahora se posiciona en la parte alta de la clasificación.
Entretanto, el técnico del Barcelona, Hansi Flick, admitió las deficiencias de su equipo, especialmente durante la primera mitad del partido. Flick destacó la necesidad de corregir errores y recobrar la intensidad y claridad en el juego tras el parón internacional. Tanto Flick como Pedri, uno de los jugadores del Barça, hicieron hincapié en la importancia de aprender de las derrotas, siendo autocríticos con el rendimiento del equipo. A pesar del resultado, Flick mantuvo una perspectiva positiva, confiando en que el conjunto blaugrana volverá a la senda del triunfo.
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