En un vibrante regreso al Santiago Bernabéu, Robert Lewandowski reafirmó su estatus como uno de los delanteros más prolíficos del fútbol actual al liderar al Barcelona en una contundente victoria ante el Real Madrid. A sus 36 años, el delantero polaco, quien había aprovechado un cambio de estrategia liderado por Hansi Flick y Deco para mejorar su rendimiento, mostró su clase al marcar dos goles, reviviendo la memorable actuación de 2013 cuando anotó cuatro contra el mismo rival. Lewandowski se convirtió en el pilar imprescindible de un equipo que buscaba también desquitarse ante sus críticos y justificar el alto nivel de expectativas que se le había impuesto. Pese a la preferencia de Xavi Hernández por apartarlo del conjunto blaugrana, Lewandowski reivindicó su lugar en el plantel y selló una victoria significativa para el Barcelona.
La táctica empleada por Flick resultó ser clave, especialmente al reintroducir a Frenkie de Jong para retomar el control del partido, que al inicio parecía inclinarse a favor del Real Madrid. Aunque el equipo no logró imponerse en posesión durante gran parte del juego, la integración de De Jong y el matiz estratégico con Dani Olmo y Pedri acabaron inclinando la balanza del marcador. Además, el joven talento Lamine Yamal y Raphinha sellaron una goleada que refrendó la eficiente presión y defensa del Barcelona, decisivas en esta cita crucial. Flick destacó la importancia de hilvanar jugadas e imprimir una presión efectiva, pero no pasó por alto la calidad y la inspiración de Lewandowski. Su doblete no solo revitalizó a un equipo necesitado de confianza, sino que también fortaleció la visión arriesgada de su director técnico, confirmando que, con la estrategia correcta, el Barcelona sigue siendo una fuerza formidable tanto en el ámbito local como en los escenarios internacionales.
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