El juicio para clarificar las responsabilidades en la muerte de Diego Armando Maradona ha comenzado en Buenos Aires, cuatro años después de su fallecimiento. Siete profesionales de la salud, incluidos cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo, enfrentan acusaciones de homicidio simple. La fiscalía ha iniciado el juicio con contundentes argumentos, presentando una fotografía del cuerpo de Maradona en su estado final como prueba del descuido presuntamente cometido por el equipo médico responsable. La imagen impactante busca reforzar la teoría de que la muerte del ícono argentino, provocada por una insuficiencia cardíaca aguda y un edema pulmonar, fue evitable. La disputa entre abogados familiares y defensores se centra en si el personal de salud proporcionó el cuidado necesario y si ocultó información crucial sobre el estado del exfutbolista.
El caso contra el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, junto a los otros acusados, se basa en el informe de una junta médica interdisciplinaria que describe la atención médica durante las últimas horas de Maradona como «deficiente» y «temeraria». La fiscalía argumenta que la atención recibida en el domicilio de Tigre tras una cirugía cerebral fue inadecuada y que los médicos incumplieron sus deberes profesionales. Mientras tanto, las defensas niegan los cargos, alegando que la condición de Maradona no era previsible. Con una extensa lista de 192 testigos a declarar, el juicio se perfila para extenderse al menos hasta julio, mientras familiares y admiradores de Maradona buscan justicia por la trágica muerte del jugador que una vez llevó a Argentina a la gloria en el fútbol mundial.
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