En España, la compra de una vivienda junto con su reforma mediante un único crédito se está consolidando como una opción atractiva para los compradores. Los bancos están diversificando sus ofertas para adaptarse a diferentes necesidades: desde préstamos hipotecarios dedicados únicamente a reformas —siempre que la propiedad ya esté pagada y no existan hipotecas vigentes— hasta ampliaciones de capital en hipotecas existentes, y productos específicos que combinan la compra con los costos de rehabilitación.
Para acceder a estos créditos, los compradores deben presentar un proyecto detallado de la reforma, incluyendo presupuestos y permisos necesarios. La capacidad de endeudamiento del solicitante es crucial, y los bancos suelen establecer como límite que la cuota mensual no exceda el 35% o 40% de los ingresos netos del cliente. En 2025, el panorama económico es prometedor, con una ligera caída en los tipos de interés hipotecarios y del euríbor, lo que podría facilitar préstamos en condiciones más favorables.
A pesar de ello, los expertos advierten sobre la necesidad de proceder con cautela. Recomiendan comparar las distintas ofertas bancarias y asegurarse de contar con un colchón económico para cubrir imprevistos durante la obra. Además, dada la normativa más estricta de 2025, es vital revisar detenidamente todas las cláusulas y comisiones antes de firmar cualquier contrato de préstamo.
Este contexto sugiere que, a pesar de los desafíos, podría ser un momento propicio para quienes buscan comprar y reformar una vivienda, siempre y cuando se realice un análisis detallado tanto del proyecto de rehabilitación como de las condiciones financieras del préstamo.