La guerrilla kurda del PKK ha tomado la histórica decisión de disolverse y poner fin a su lucha armada contra el Estado turco, una confrontación que ha dejado alrededor de 45,000 muertos en los últimos 40 años. Este anuncio llega en respuesta a un llamamiento de Abdullah Öcalan, el fundador y líder de la organización, quien se encuentra cumpliendo una cadena perpetua de 25 años. En un comunicado, el PKK informó que su 12.º Congreso ha acordado disolver su estructura organizativa y cesar las actividades bélicas bajo su nombre, marcando un cambio significativo en su estrategia.
Öcalan, quien desde la prisión ha mantenido una influencia notable sobre el PKK, exhortó a sus miembros a abandonar las armas durante un mensaje emitido a finales de febrero. Este cambio de dirección es un intento por encontrar una solución pacífica al conflicto, que ha desmantelado comunidades y ha generado un profundo sufrimiento a lo largo de las generaciones en la región. La decisión del PKK podría abrir nuevas oportunidades para la reconciliación en un contexto de tensiones históricas entre el pueblo kurdo y el Estado turco.
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