El presidente de Ferrari, John Elkann, y el CEO, Benedetto Vigna, se reúnen en Maranello para tratar la crisis que enfrenta su equipo de Fórmula 1. La escudería podría terminar el Mundial en cuarto lugar, sin haber ganado una sola carrera este año, lo que ha generado inquietud entre los seguidores y patrocinadores. Los líderes de la empresa reconocen la necesidad de implementar cambios significativos para recuperar la competitividad y restaurar el prestigio de la marca en la máxima categoría del automovilismo.
Con el campeonato acercándose a su fin, las presiones aumentan y Ferrari busca encontrar soluciones que impulsen al equipo en la siguiente temporada. La falta de victorias ha sido un golpe sustancial para la moral interna y para la imagen pública de la escudería. Se discuten estrategias que podrían incluir cambios en el personal técnico y en las estructuras internas, con el fin de retomar la senda del éxito y evitar una nueva temporada de decepciones.
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