El equipo dirigido por Flick mostró un dominio abrumador en Mestalla, asegurándose una victoria contundente en una eliminatoria que resultó ser más un trámite que un desafío real. El delantero valenciano fue la estrella indiscutible del encuentro al marcar un triplete que dejó sin respuestas a su rival. Estos goles evidenciaron su habilidad para encontrar espacios y su precisión en el remate, consolidando aún más su posición como pieza clave en el esquema de Flick. Mientras tanto, Fermín y Lamine también se sumaron al festín de goles, contribuyendo cada uno con un tanto que selló el destino del enfrentamiento.
El ambiente en el estadio Mestalla fue una mezcla de euforia y satisfacción para los aficionados locales, que vieron cómo su equipo mantenía el control total del juego desde el primer minuto. La actuación del grupo no solo subrayó la calidad individual de sus jugadores, sino también su capacidad para funcionar como un engranaje perfectamente sincronizado bajo la guía de Flick. La facilidad con la que solventaron esta eliminatoria sugiere un camino prometedor para el equipo en las futuras etapas de la competición, generando expectativas altas entre sus seguidores de cara a los próximos desafíos.
Leer noticia completa en El Mundo.