Chile enfrenta una seria crisis de natalidad, con una tasa de fecundidad que ha caído a 1,16 hijos por mujer en 2024, una de las más bajas del mundo. El gineco-obstetra Fernando Zegers, figura clave en la historia de la medicina reproductiva del país, advierte sobre el impacto de estas cifras y enfatiza la necesidad de implementar políticas públicas urgentes para fomentar la natalidad. Zegers destaca cómo el cambio social en el rol de la mujer, quien ahora prioriza la educación y el desarrollo profesional, y las eficientes políticas para evitar embarazos adolescentes han contribuido a este fenómeno. Sin un giro en las estrategias del Estado, Chile se verá obligado a depender aún más de la migración para sostener su estructura demográfica.
En encuestas realizadas por la Universidad Diego Portales, se evidencia que solo una minoría de las jóvenes desea tener hijos, y las que están abiertas a la maternidad esperan primero alcanzar estabilidad académica, económica y social. Mientras tanto, los entrevistados subrayan que una política pública debe ser integral, considerando apoyos como acceso gratuito a la fertilidad asistida, reducción de impuestos y mayor flexibilidad laboral para madres y padres. Aunque ejemplos de Europa muestran mejoras al aumentar la maternidad acogedora, el reto de Chile es aún más complejo por las limitaciones de su sistema de bienestar. La opinión de Zegers es clara: sin acciones decididas por parte del Estado para integrar estas medidas efectivamente, el futuro del país es incierto en términos de sostenibilidad demográfica.
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