El consejero delegado del Grupo Osborne ha expresado su preocupación por el complejo contexto económico mundial, influenciado por conflictos bélicos y fluctuantes políticas arancelarias. Según sus declaraciones, estos factores obligan a las empresas a replantear sus estrategias de gestión para adaptarse a un entorno cambiante y cada vez más impredecible. La necesidad de flexibilidad y la anticipación a los retos globales se presentan como elementos esenciales para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento empresarial.
En un entorno dominado por la inestabilidad geopolítica y las tensiones comerciales, el líder de Osborne subraya la importancia de diversificar mercados y reforzar las cadenas de suministro. Además, hace hincapié en la innovación y la digitalización como herramientas clave para mantener la competitividad. La empresa, con una larga tradición en el sector, está enfocada en mantenerse resiliente ante las adversidades y en encontrar oportunidades dentro de las crisis, adoptando un enfoque más ágil y global en sus operaciones.
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