En un emotivo homenaje al arte escénico, el Ayuntamiento de Madrid ha celebrado el Día Mundial del Teatro con un acto que reunió a personas mayores, quienes se convirtieron en el centro de atención a través de sus dotes teatrales. En el evento, llevado a cabo en el Centro Cultural Casa del Reloj, José Fernández, delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, enfatizó la relevancia del teatro como una herramienta eficaz para promover un estilo de vida activo y combatir la soledad no deseada entre los mayores.
La jornada inició con la lectura de un manifiesto por parte de los actores del grupo Los últimos Fichajes, vencedores del Certamen Mayores a Escena 2024, originarios del Centro Municipal de Mayores San Vicente de Paúl en Carabanchel. Este grupo supo llegar al corazón del público asistente, destacándose por su pasión y entrega al arte dramático. La pieza central del evento fue la representación del sainete «Don Sabino curamanías», una adaptación de la obra de José Cedena, escenificada por el grupo Los bombones de San Blas, perteneciente al Centro Municipal de Mayores Pablo Casals.
Durante su intervención, José Fernández resaltó cómo el teatro actúa no solo como entretenimiento, sino también como terapia. «El teatro mejora la memoria, la sociabilidad y la empatía, promoviendo nuevas relaciones y fortaleciendo vínculos emocionales, cognitivos y físicos», declaró el delegado. Lola Navarro, concejala de Arganzuela, también estuvo presente, mostrando su apoyo a esta iniciativa que fomenta el envejecimiento saludable.
El programa municipal ‘Mayores a Escena’, que en 2025 alcanzará su duodécima edición, es un pilar fundamental en la estrategia del Ayuntamiento para integrar a los mayores en la vida cultural de la ciudad. En la pasada edición, más de 200 participantes de 12 distritos madrileños demostraron que el teatro es una puerta abierta a la creatividad y la participación comunitaria.
Con este tipo de celebraciones, Madrid reafirma su compromiso de proporcionar espacios donde las personas mayores puedan expresar su creatividad, asegurando que este segmento de la población mantenga un rol activo en la sociedad. La vibrante actuación de los actores mayores no solo reflejó talento, sino también una profunda conexión con la tradición cultural de Madrid, dejando en claro que el teatro es una poderosa herramienta para el bienestar y la inclusión social.