En la segunda corrida de abono de la Feria de Abril en La Maestranza, los jóvenes toreros Lama de Góngora, Calerito y Samuel Navalón demostraron su talento y arte, enfrentándose a una deslucida corrida de Fuente Ymbro que careció de bravura y movilidad. A pesar de enfrentar ejemplares mansos y descastados, los matadores mostraron su habilidad con el capote y la muleta, destacándose especialmente en las verónicas y chicuelinas. Lama de Góngora, con elegancia y temple, logró cortar la única oreja de la tarde tras una sólida faena acompañada por la música. Calerito, a pesar de sufrir un accidente que lo envió a la enfermería, continuó mostrando su destreza y valor en el ruedo, mientras que Navalón, con un estilo valiente y profundo, capoteó sus toros con solvencia.
La actuación del trio fue meritoria, dejando una buena impresión entre el público y expertos, sin embargo, la falta de oportunidades y contratos inmediatos parece ser una constante en sus carreras. Lama, quien ya había mostrado su valía en ediciones anteriores de la feria, busca consolidar su lugar en el escalafón, mientras que Calerito y Navalón luchan por hacerse notar en un ámbito competitivo y dominado por figuras establecidas. Aunque el camino es arduo y lleno de desafíos, se mantiene la esperanza de que su talento y perseverancia les brinden las oportunidades que merecen en el futuro. En la plaza, a pesar de las adversidades, cada uno ratificó que la paciencia y la resistencia pueden ser sus mejores aliadas para alcanzar el éxito en el mundo taurino.
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