El tradicional desfile por el Día de la Fiesta Nacional en Madrid, celebrado el pasado domingo, estuvo marcado por un ambiente de creciente tensión política. A pesar de la participación entusiasta de miles de ciudadanos que celebraron en las calles, los abucheos dirigidos al presidente Pedro Sánchez y las ausencias notables de varios ministros y líderes políticos dieron un tono controversiado a la jornada. Los Reyes, Felipe VI y Letizia, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, presidieron una ceremonia que, aunque sin incidentes significativos, vio su exhibición aérea afectada por la nubosidad, limitando la visibilidad.
Las críticas hacia el gobierno fueron evidentes, con la negativa de Santiago Abascal, líder de Vox, a asistir al acto en un gesto que él mismo justificó. Su ausencia, junto a la falta de otros representantes políticos, llevó a Alberto Núñez Feijóo, del PP, a cuestionar la postura en estos actos de fiesta institucional. Durante la recepción en el Palacio Real, que siguió al desfile, Sánchez evitó la interacción con los medios, lo que suscitó más críticas por parte de la oposición, que lo relacionó con los recientes escándalos de corrupción que envuelven a su entorno político. Feijóo señaló irónicamente la diferencia en situaciones personales entre él y el presidente, sugiriendo que el contexto actual dificulta la comunicación abierta de Sánchez.
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