En un evento histórico, el Rey enfatizó la relevancia de la Constitución al otorgar una distinción por primera vez a personas ajenas a su familia, un gesto que subraya su compromiso con los valores democráticos y la unidad nacional. Durante la ceremonia, resaltó la importancia de la Carta Magna como piedra angular de la convivencia y el progreso social en España, destacando su papel en el fortalecimiento de las instituciones y la protección de los derechos de los ciudadanos.
El acto tuvo lugar en el Palacio Real, donde figuras destacadas de distintos ámbitos fueron reconocidas por su contribución al país, marcando un precedente en las prácticas de la Casa Real. Este gesto innovador refuerza el mensaje de inclusión y modernidad, alineándose con una visión de España que valora el talento y el esfuerzo de todos sus ciudadanos, independientemente de su linaje. La ceremonia subraya el papel del Rey como símbolo de continuidad y renovación en una sociedad que evoluciona constantemente.
Leer noticia completa en El Mundo.


