El rey Felipe VI ha hecho historia al pronunciar su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas en una década, centrándose en diferentes temas, principalmente la crisis en Gaza. En su alocución, destacó la innegociable dignidad humana y criticó tanto los actos de violencia perpetrados por Hamás como las acciones del gobierno israelí de Benjamin Netanyahu. Subrayó la necesidad urgente de un alto el fuego y de garantizar la ayuda humanitaria, resaltando que «la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad» para alcanzar una solución pacífica que contemple la coexistencia de dos estados.
Además de abordar la crisis en Medio Oriente, Felipe VI hizo un análisis más amplio de las problemáticas globales, recordando la relevancia de la Agenda 2030 y su compromiso con derechos humanos, igualdad de género y sostenibilidad ambiental. Hizo hincapié en la importancia de gestionar adecuadamente la inmigración y promovió un enfoque hacia la inteligencia artificial que favorezca transformaciones justas. En un claro llamado a la acción, subrayó que es esencial triplicar las capacidades de energía renovable y que Europa debe ser más eficaz y cohesiva para enfrentar los desafíos globales.
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