En su discurso de Navidad, el Rey Felipe VI ha puesto de relieve la inmigración como uno de los principales desafíos que enfrenta la sociedad española en la actualidad. El monarca destacó que este fenómeno, complejo y sensible, ha generado preocupaciones significativas entre los ciudadanos, superando incluso la situación económica o la vivienda, según los sondeos recientes. En su alocución, Felipe VI hizo un llamado urgente al Gobierno para gestionar adecuadamente las llegadas masivas de inmigrantes, que han alcanzado un récord histórico este año, superando cifras de crisis pasadas. Advirtió sobre el riesgo de que una gestión deficiente pueda erosionar la cohesión social, instando a un esfuerzo conjunto para integrar a los migrantes, respetar las leyes y enfrentar las redes de tráfico de personas. Esta tarea, señaló, requiere una coordinación efectiva con los socios europeos y los países de origen y tránsito.
Además del tema migratorio, el Rey también se refirió a otras preocupaciones acuciantes como el acceso a la vivienda, especialmente para los jóvenes, a quienes considera base fundamental para el bienestar personal y social. Felipe VI exhortó a todos los actores involucrados a fomentar el diálogo y explorar soluciones viables para facilitar el acceso a una vivienda digna. Por otro lado, mostró inquietud ante las crecientes tensiones internacionales, subrayando la importancia de defender las bases de la democracia liberal y los derechos humanos, y reafirmó su confianza en el proyecto europeo como referencia fundamental para España. Con su intervención, el monarca buscó no solo alertar sobre los desafíos presentes, sino también motivar a una reflexión colectiva que asegure un futuro basado en principios democráticos y la calidad de vida de los ciudadanos.
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