En un contexto marcado por la gestión ineficaz de la última Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que azotó diversas regiones del país, el jefe de Estado ha expresado su preocupación ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes. La gestión de esta emergencia climática ha sido criticada por su tardanza y falta de coordinación, lo que ha intensificado el sufrimiento de las comunidades afectadas. En este sentido, el jefe de Estado ha subrayado la urgencia de aprender de los errores cometidos, destacando la importancia de un liderazgo más cohesionado que priorice la preparación y reacción ante futuros desastres naturales.
En medio de este escenario de incertidumbre, se ha hecho un llamado a los líderes políticos para que superen sus diferencias y logren un consenso que permita mejorar las estrategias de gestión de emergencias. El jefe de Estado ha enfatizado que la unidad y el diálogo son imprescindibles para fomentar políticas eficaces que protejan a la ciudadanía y eviten las carencias evidenciadas durante la reciente crisis climática. Con la temporada de fenómenos meteorológicos extremos volviéndose cada vez más impredecible, la necesidad de una colaboración constructiva entre los distintos niveles de gobierno se ha vuelto más apremiante que nunca.
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