El ex presidente ha reflexionado sobre sus cinco décadas dedicadas a encontrar una solución al prolongado conflicto en Oriente Medio, afirmando que la posibilidad de implementar la fórmula de los «dos Estados» se encuentra más lejana que nunca. En sus declaraciones, ha subrayado la complejidad y el deterioro progresivo del diálogo entre las partes involucradas, lo que, según él, ha alejado a las generaciones presentes de una paz sostenible. Su análisis viene en un momento crítico, donde las tensiones han escalado, y las esperanzas de una resolución pacífica se ven cada vez más sombrías.
Además, el ex mandatario ha señalado al actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, como un factor clave en el auge del antisemitismo a nivel global. Criticó las políticas y retórica de Netanyahu, acusándolo de exacerbar la percepción negativa hacia la comunidad judía en la opinión pública internacional. Estas declaraciones se producen en un contexto donde las relaciones diplomáticas y los movimientos políticos en la región están bajo un escrutinio continuo, y donde la búsqueda de una solución viable sigue siendo un tema divisivo y urgente.
Leer noticia completa en El Mundo.