En un discurso marcado por la crítica al Partido Popular, el presidente del Gobierno cuestionó la alineación europeísta de dicha formación política en España. Durante su intervención, subrayó que los acuerdos del PP con Vox, un partido de extrema derecha conocido por su postura euroescéptica, representan una contradicción fundamental con los valores europeos. El presidente destacó que el compromiso europeo implica defender principios como la democracia, los derechos humanos y la integración regional, elementos que, según él, chocan con las políticas y retóricas promovidas por Vox. Esta observación formó parte de un análisis más amplio sobre el posicionamiento político del PP, sugiriendo que su colaboración con Vox podría tener implicaciones significativas en la percepción internacional de España.
A medida que se acercan las elecciones, el debate sobre la congruencia europeísta de los partidos políticos cobra mayor relevancia. El presidente enfatizó la importancia de una Europa unida para abordar retos globales como el cambio climático, la inmigración y la seguridad internacional. En contraste, recalcó que las alianzas del PP con un socio que cuestiona tales dinámicas pueden debilitar la posición de España en la Unión Europea. Este cuestionamiento no solo pone de manifiesto las divisiones internas dentro del panorama político español, sino que también resalta la lucha por definir qué significa ser verdaderamente europeísta en el contexto actual.
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