En medio de una intensa polémica política, los tradicionales corrillos del Palacio Real durante la celebración del 12 de octubre se han visto dominados por los últimos escándalos que rodean al Gobierno de Pedro Sánchez, destacando particularmente la denominada «trama Koldo». Las revelaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han sacado a la luz que Sánchez ya estaba al tanto, días antes, de la llegada de Delcy Rodríguez al aeropuerto de Barajas, un hecho que ha incrementado la presión sobre el mandatario español. Sin embargo, Pedro Sánchez ha optado por no asumir responsabilidades y ha evitado ofrecer explicaciones detalladas sobre el asunto. Al defender su gestión en el caso, Sánchez ha asegurado haber actuado con rapidez y de manera acertada, al tiempo que ha acusado a sus opositores, Alberto Núñez Feijóo y el líder de Vox, de actuar como «Torquemadas».
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición, ha aprovechado la situación para arremeter contra el Gobierno, acusándolo de estar rodeado de una trama de corrupción sin precedentes que, según él, se encuentra peligrosamente cerca de la Moncloa. Feijóo ha descrito a José Luis Ábalos, exministro involucrado, como el «cortafuegos» del presidente Sánchez, sugiriendo que su propósito es proteger al máximo mandatario de las implicaciones del escándalo. Con un tono crítico, el líder opositor ha advertido que la investigación de la Guardia Civil es imparable y continuará avanzando, subrayando que nunca antes una trama de corrupción había llegado tan cerca del núcleo del poder político en España. En este contexto, las tensiones políticas continúan escalando, añadiendo una nueva capa de complejidad al ya dinámico escenario político del país.
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