En un ambiente político caldeado, el presidente ha lanzado acusaciones directas contra líderes regionales como Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno Bonilla, Alfonso Rueda, Carlos Mazón y Alfonso Fernández Mañueco. Los señala por supuestamente amparar escándalos dentro de su entorno político. Según el mandatario, estos líderes autonómicos han permitido situaciones irregulares que debilitan la confianza en sus respectivas administraciones y afectan la estabilidad política del país en un momento clave.
A pesar de estas acusaciones, el presidente ha afirmado que España está viviendo un «momento extraordinario» bajo su liderazgo. Destacó logros significativos en diversas áreas y una recuperación económica positiva, presentando esta etapa como una de optimismo y progreso. Estas declaraciones se enmarcan en un contexto donde la pugna política destaca y parece intensificarse, mientras los líderes autonómicos aún no han respondido públicamente a las acusaciones vertidas.
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