El FBI emitió una alerta pública el 5 de junio, advirtiendo sobre un nuevo malware llamado BADBOX que está afectando a dispositivos conectados a Internet, especialmente cajas de televisión Android, tabletas, proyectores digitales y unidades de infoentretenimiento para vehículos. BADBOX convierte estos dispositivos en centros de actividad criminal, poniendo en riesgo a los propietarios.
El malware, preinstalado en aparatos vendidos por grandes minoristas en línea como Amazon y AliExpress, ha provocado que expertos en seguridad soliciten a la Comisión Federal de Comercio (FTC) que actúe contra estos revendedores. Actualmente, al buscar «caja de TV Android» en Amazon, aparecen modelos posiblemente comprometidos.
El FBI ha proporcionado indicadores de compromiso para ayudar a los consumidores a identificar dispositivos afectados. Sin embargo, las limitaciones técnicas de la mayoría de las personas complican la detección de tráfico de Internet sospechoso. En respuesta, se han compartido más detalles sobre estos indicadores. Si un usuario detecta señales de compromiso, debe contactar al Centro de Quejas de Delitos en Internet del FBI.
Algunos de los indicadores incluyen la presencia de mercados sospechosos para descargar aplicaciones, desactivación de la protección de Google Play, dispositivos de TV en streaming publicitados como desbloqueados y dispositivos IoT de marcas poco reconocidas. Además, se advierte sobre dispositivos Android sin certificación Play Protect y tráfico de Internet inexplicable.
Los expertos recomiendan evitar descargar aplicaciones de mercados no oficiales y verificar si los dispositivos están en listas de modelos afectados por BADBOX. Para garantizar la seguridad, sugieren no comprar dispositivos de marcas desconocidas.
Iniciativas como el Sello de Confianza Cibernética de EE.UU. representan avances hacia la confianza en productos verificados, aunque su futuro es incierto. La accesibilidad a dispositivos digitales de calidad sigue siendo un problema, especialmente para las personas con limitaciones presupuestarias que optan por productos más económicos pero vulnerables. La confianza en los productos es esencial para los consumidores, aseguran los expertos.