En una iniciativa pionera para el ámbito farmacéutico, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG) ha lanzado un curso de especialización centrado en la atención dermofarmacéutica para pacientes oncológicos. Este programa educativo, en colaboración con la reconocida marca La Roche Posay, reúne a medio centenar de farmacéuticos con el objetivo de ofrecer un mejor asesoramiento y cuidado a aquellos que atraviesan tratamientos contra el cáncer.
El curso comprende un total de 13 horas de formación intensiva, donde se abordan temas críticos como las terapias oncológicas contemporáneas, cuidados dermoestéticos, formulación magistral y el manejo psicológico del paciente. A lo largo de las sesiones, uno de los temas discutidos fue la creciente «quimiofobia», la aversión al uso de tratamientos químicos alimentada por la desinformación circulante en internet y redes sociales.
Tomás Muret, vocal de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, fue uno de los ponentes principales del evento. En su intervención, Muret destacó la importancia de un consejo farmacéutico adaptado a las particularidades de los pacientes oncológicos. Subrayó que los tratamientos contra el cáncer a menudo provocan efectos adversos en la piel, lo que resulta en una mayor demanda de productos que puedan aliviar estos síntomas en las farmacias.
Muret insistió en que los farmacéuticos deben estar preparados para aconsejar eficientemente sobre productos dermocosméticos y medicamentos apropiados, además de reconocer cuándo es necesario derivar al paciente a un especialista médico. Según Muret, «la piel de los pacientes oncológicos se vuelve más reactiva y sensible, por lo que es fundamental conocer qué productos son adecuados para su cuidado.»
Además, el vocero alertó sobre el problema de las pseudociencias, que a menudo capturan a pacientes oncológicos que buscan información en la red, llevándolos a probar tratamientos «naturales» sin base médica. «Lo importante no es si un producto es natural o sintético, sino si es efectivo y seguro para el paciente,» destacó Muret, señalando que en muchas ocasiones los productos sintéticos, como los jabones Syndet, son más beneficiosos para pieles sensibles.
El curso, que se extenderá desde el 5 hasta el 26 de febrero, está diseñado para empoderar a los farmacéuticos en su relación con los pacientes, a través de un módulo que combina teoría y protocolos prácticos de recomendación. Esta formación no solo busca enriquecer el conocimiento del farmacéutico, sino también mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos a través de un cuidado dermofarmacéutico más completo y personalizado.