La Fiscalía ha solicitado una pena de siete años y medio de prisión para una profesional sanitaria acusada de no vacunar a varios niños, aunque sí registraba las dosis como administradas en las cartillas de vacunación. Según el Ministerio Público, la acusada actuó «conscientemente» al omitir la inoculación de las vacunas, una infracción que pone en riesgo la salud pública y socava la confianza en el sistema sanitario. El caso ha generado una gran controversia, generando preocupación entre los padres y en la comunidad médica, que exige medidas contundentes para garantizar que situaciones similares no se repitan.
Los hechos salieron a la luz tras varias denuncias, iniciándose una investigación que reveló el modus operandi de la acusada. Al parecer, la profesional sanitaria manipulaba los registros médicos para hacer parecer que las vacunas habían sido administradas correctamente, mientras los menores nunca recibieron las dosis correspondientes. Este comportamiento ha sido calificado como una grave violación de sus responsabilidades profesionales y éticas. La acusación formal incluye cargos por falsificación de documentos y delitos contra la salud pública, y el proceso judicial está siendo seguido de cerca por la opinión pública y medios de comunicación.
Leer noticia completa en El Mundo.