Hace dos años, en la Plaza de Tirso de Molina, la tranquila rutina del negocio de Concha, una comerciante de 61 años, se vio interrumpida por un acto criminal que conmocionó a la comunidad. Un hombre y una mujer irrumpieron en el establecimiento con la intención de cometer un atraco. Durante el intento de robo, se desató un violento altercado que resultó en la muerte de Concha, un hecho que dejó en estado de shock a vecinos y comerciantes de la zona, quienes describieron a la mujer como una figura querida y respetada en el barrio.
Desde entonces, el caso ha mantenido en vilo a las autoridades, quienes han trabajado arduamente para esclarecer los detalles y responsables del crimen. La comunidad, aún marcada por el trágico suceso, ha solicitado mayor seguridad para evitar que se repita un episodio similar. Las investigaciones han avanzado lentamente, y han puesto de relieve la necesidad de medidas más efectivas para garantizar la protección de los comerciantes locales en una zona con un flujo constante de personas.
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