El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha expresado su pesar ante el fallecimiento del papa Francisco, uniéndose a millones de personas en todo el mundo que lamentan su muerte. Costa destacó el enfoque del pontífice hacia los retos globales significativos de nuestra época, como la migración, el cambio climático, la desigualdad y la paz, además de su preocupación por las dificultades cotidianas de las personas. Estas reflexiones subrayan la profunda influencia que Francisco tuvo al abordar problemáticas cruciales para la sociedad actual.
En su declaración, Costa recordó el último mensaje del papa con motivo de la jornada mundial de la paz, donde Francisco abogó por medidas audaces como la condonación de la deuda internacional, la abolición de la pena de muerte y la reasignación de fondos militares para erradicar el hambre. Al subrayar el legado del papa, Costa, quien es de filiación socialdemócrata, instó a que las ideas de Francisco sirvan de guía para construir un futuro lleno de esperanza, concluyendo con un solemne «Requiescat in pace». Esta declaración resalta la resonancia que las propuestas del papa tienen en la política actual y su legado perdurable en la búsqueda de la justicia social.
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