El actor Michael Madsen, conocido por su participación en películas icónicas como Reservoir Dogs, Kill Bill y Donnie Brasco, ha fallecido a los 67 años en su hogar en Malibú, al sur de Los Ángeles. Su muerte fue confirmada por The Hollywood Reporter, aunque el medio TMZ fue el primero en reportarlo. Según declaraciones de sus agentes, Madsen sufrió un paro cardíaco y fue hallado sin vida en su residencia a primeras horas de la mañana. El actor, un rostro veterano de la industria hollywoodense, acumuló más de 300 créditos a lo largo de su carrera, que comenzó en los años ochenta con participaciones en series televisivas como Hospital y Corrupción en Miami.
A pesar de su imagen de tipo duro, Madsen solía describirse como un observador reservado y solitario. En una entrevista en 2007, aseguraba no identificarse con los personajes temidos que interpretaba, apuntando a su naturaleza reflexiva y observadora. En los últimos años, su vida personal había superado su carrera en los titulares, enfrentándose a problemas legales como su arresto el año pasado por un incidente de violencia doméstica. Madsen deja siete hijos y varios proyectos cinematográficos pendientes, además del próximo lanzamiento de un libro de pensamientos y poemas que estaba en proceso de edición. Sus agentes lo describieron como un «actor icónico» cuya ausencia será profundamente sentida en la comunidad cinematográfica.
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