Eduardo Serrano, un ícono del panorama teatral español, falleció a los 83 años tras una ilustre carrera que abarcó siete décadas. Desde sus humildes inicios en las animadas fiestas de las corralas hasta alcanzar el estrellato en los grandes teatros de Europa, Serrano dejó una huella indeleble en el arte escénico. Su trayectoria estuvo marcada por una versatilidad que le permitió desempeñar una amplia gama de roles en el teatro clásico y contemporáneo, consolidándose como un referente de gran impacto e influencia en la cultura hispana.
A lo largo de su carrera, Serrano no solo se destacó por su talento actoral, sino también por su dedicación a revitalizar las tradiciones escénicas, trasladando elementos del costumbrismo español a escenarios internacionales y acercando la cultura hispana a audiencias globales. Su legado perdurará en las memorias de quienes tuvieron el privilegio de verlo en escena, así como en las generaciones de actores que inspiró con su pasión y entrega. Serrano deja tras de sí una vida consagrada al teatro, rica en experiencias y reconocimientos, y una contribución invaluable al patrimonio cultural.
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