Zeev Ehrlich, un arqueólogo israelí de 71 años y antiguo oficial de infantería y de inteligencia, murió en combate contra la milicia chií Hizbulá en el sur del Líbano. Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han confirmado que Ehrlich se unió a la operación en calidad de reservista, aún se investigan las circunstancias específicas de su presencia en la zona de conflicto. Ehrlich, conocido por su trabajo arqueológico que respalda la expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania, se encontraba realizando investigaciones en una antigua fortaleza cuando fueron emboscados por Hizbulá, lo que resultó también en la muerte de un soldado y heridas graves a otro oficial. La figura de Ehrlich ha sido objeto de controversia, con organizaciones criticando su cercanía con el ejército en misiones pasadas y describiéndolo como un «arqueólogo de la ocupación».
La muerte de Ehrlich ha tenido lugar en un contexto de creciente tensión en Medio Oriente, mientras la diplomacia estadounidense intenta mediar un alto el fuego en la región. Las consecuencias de la incursión israelí, que comenzó en octubre, han sido devastadoras, con más de un millón de desplazados y un saldo de más de 3.500 muertos. En paralelo, el mediador estadounidense Amos Hochstein está en Israel buscando negociar un posible cese de hostilidades entre el ejército israelí y Hizbulá. Las acciones militares continúan generando consecuencias devastadoras, como lo evidencian recientes ataques en Gaza que han cobrado al menos 88 vidas. Como telón de fondo, estas tensiones subrayan la compleja y peligrosa realidad que vive la región, impulsada por reivindicaciones históricas y conflictos en curso.
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