Bernardo Ruiz, figura emblemática del ciclismo español, falleció en Orihuela a los 100 años. Reconocido por su excepcional longevidad, sobrevivió a los tiempos difíciles de la postguerra, logrando consolidarse como un icono del deporte. Ruiz, quien creció en un entorno marcado por la miseria y la hambre, encontró en el ciclismo una vía de escape que lo llevaría a destacar en competencias internacionales. Fue el primer español en subir al podio del Tour de Francia en 1952, en una época dominada por leyendas como Fausto Coppi y Gino Bartali. Su carrera inspiró a muchos, incluido el escritor Manuel Vázquez Montalbán.
A lo largo de su vida, Ruiz no solo superó obstáculos dentro y fuera de la pista, sino que también fue pionero en la profesionalización del ciclismo español. Ganó la Vuelta a España en 1948 y participó en variopintas competiciones en Europa y América, logrando reconocimiento y sustento financiero. Tras colgar la bicicleta, regresó a su Orihuela natal, inaugurando un negocio y preservando su legado entre tertulias y amigos, de quienes fue testigo de su partida hasta sus últimos días. Su historia es un testimonio de perseverancia en una España que salía de la penuria para abrazar la modernidad.
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