Belén Domínguez, una joven sevillana de 31 años, falleció en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid tras una intensa lucha contra un agresivo cáncer de médula. Diagnosticada con un glioma difuso de la línea media de grado 4 cinco meses antes de su hospitalización, su caso era único en España. A pesar de la gravedad de su enfermedad, Belén compartía su día a día con más de 200,000 seguidores en Instagram, relatando su evolución médica y manteniendo siempre una actitud positiva. En octubre, publicó un libro titulado «La vida es bonita incluso ahora», reflejando su resiliencia y el deseo de encontrar razones para seguir adelante.
Durante su hospitalización, recibió el apoyo de personalidades como Alejandro Sanz, Mario Vaquerizo y Alaska, que la visitaron para levantarle el ánimo. Belén también se acercó emocionalmente a la fe, recibiendo una carta del Papa Francisco. Su familia fue fundamental en su lucha, trasladándose a Madrid para acompañarla en cada momento, junto a su prometido Emilio, con quien deseaba casarse, incluso en la capilla del hospital. Su historia de valentía y amor ha dejado una profunda huella en quienes la conocieron y en sus seguidores.
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