El ex primer ministro griego Costas Simitis falleció a los 88 años en su casa de verano en el Peloponeso. Simitis, una figura destacada del partido socialista PASOK, lideró el gobierno griego desde 1996 hasta 2004. Su gestión estuvo marcada por un enfoque reformista y pro-occidental, dejando una huella en la historia del país al llevar a Grecia a la zona euro en 2001. Sin embargo, su legado también es objeto de controversia. A pesar de su popularidad entre los votantes y su éxito en reducir el gasto público, las acusaciones de corrupción y mala gestión ensombrecieron su mandato, contribuyendo a la crisis de deuda que estalló en Grecia cinco años después de su salida del poder. El actual primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, reconoció el papel significativo de Simitis en la historia del país y decretó cuatro días de luto, con un funeral de Estado programado para el jueves 9 de enero.
Durante su mandato, Simitis también fue responsable de la preparación de los Juegos Olímpicos de 2004, que significaron un regreso simbólico de los juegos a su lugar de origen. Aunque inicialmente considerados un éxito, los Juegos representaron un costo significativo para el país, exacerbando la ya creciente deuda nacional debido a los costosos proyectos de infraestructura. La presión económica aumentó cuando la Comisión Europea criticó a Grecia por presuntamente falsificar datos económicos durante la adopción del euro, una medida que destacó la fragilidad de las finanzas nacionales y presagió la crisis económica que afectaría al país durante una década. El socialismo moderado del PASOK, bajo el liderazgo de Simitis, transformó fundamentalmente el panorama político griego, aunque sus fallos en gobernanza financiera continúan influyendo en la memoria colectiva del país.
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