El actor Tony Roberts, conocido por su participación recurrente en las películas de Woody Allen, falleció a los 85 años en su residencia de Manhattan debido a complicaciones de un cáncer de pulmón. Nacido en Nueva York el 22 de octubre de 1939, Roberts tuvo una destacada carrera en el teatro neoyorquino, siendo nominado en dos ocasiones a los prestigiosos Premios Tony. Su hija, Nicole Burley, fue quien anunció públicamente su deceso. A lo largo de su trayectoria, Roberts interpretó al amigo tranquilo y seguro de sí mismo en varias cintas de Woody Allen, como «Annie Hall», donde encarnó a Rob, un actor que prefería el clima de Los Ángeles al de Nueva York.
Aunque su asociación con el cine de Allen fue muy marcada, Roberts también trabajó bajo la dirección de Sidney Lumet en «Serpico» y participó en numerosas series de televisión. No obstante, él mismo reconoció que su cercanía al estilo del cineasta neoyorquino pudo ser un obstáculo en su carrera, pues la industria tendía a encasillarlo en personajes similares. En títulos como «Hannah y sus hermanas» o «La comedia sexual de una noche de verano», el actor dio vida a personajes centrados y racionales, lo que dificultó romper con el prototipo de roles que interpretaba. Su legado se mantiene vivo tanto en el escenario teatral como en la gran pantalla, donde dejó una marca indeleble con su talento y versatilidad.
Leer noticia completa en El Pais.