El reconocido cineasta brasileño Carlos Diegues, conocido como Cacá, falleció el pasado viernes en Río de Janeiro a los 84 años. Su deceso ocurrió mientras se encontraba hospitalizado para una cirugía, pero sus complicaciones cardiocirculatorias impidieron que llegara al quirófano. Diegues, destacado por su compromiso con las causas sociales, fue una figura clave del movimiento Cinema Novo durante las décadas de los sesenta y setenta, que revolucionó el cine brasileño tanto en temática como en narrativa. Desde su primer largometraje en solitario, «Ganga Zumba», que destaca por ser la primera película brasileña con protagonistas negros, hasta clásicos como «Xica da Silva» y «Bye Bye Brasil», su legado ha sido fundamental para el desarrollo del cine en su país y en el reconocimiento de sus historias y protagonistas.
Tras vivir un período en París debido a la censura durante la dictadura militar brasileña, Diegues regresó a su país y continuó consolidando su carrera con filmes aclamados por su retrato auténtico y esperanzador de la realidad brasileña. En tiempos recientes, había revisitado sus inicios con el proyecto «5x veces favela, agora por nós mesmos», impulsando a jóvenes cineastas a contar sus propias historias desde las favelas. Diego, también miembro destacado de la Academia Brasileña de Letras, dejó un legado que narra su continuo deseo de reflejar y transformar la sociedad a través del cine. Con su muerte, Brasil pierde a uno de sus directores más influyentes, cuyas películas no solo fueron seleccionadas en varias ocasiones para representar al país en los Oscar, sino que también tocaban las fibras más íntimas de la identidad brasileña. La comunidad cinematográfica espera el estreno de su película póstuma, «Deus ainda é brasileiro», como un último homenaje a su indomable espíritu creativo.
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