El expresidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, falleció a los 100 años en su hogar de Plains, Georgia, según informó The Washington Post. Carter, quien había alcanzado el hito centenario el pasado 1 de octubre, pasó sus últimos 19 meses en cuidados paliativos en su residencia. Elegido como presidente en 1976, Carter era conocido por su resistencia y determinación, manteniéndose activo incluso después de enfrentar numerosos problemas de salud. Su vida fue un constante desafío a las normas y expectativas, caracterizado por su esfuerzo por la paz, su compromiso con los derechos humanos y su defensa de las elecciones democráticas a través de la Fundación Carter. A pesar de haber sufrido la pérdida de su esposa Rosalyn en noviembre de 2023, con quien estuvo casado durante 77 años, Carter permaneció resiliente hasta el final de sus días, cumpliendo su deseo de participar en las elecciones como votante demócrata.
El legado de Carter se extiende más allá de su presidencia, cuyo término fue marcado por la crisis de los rehenes en Irán. Fue un ferviente impulsor de los acuerdos de Camp David, que establecieron la paz entre Israel y Egipto en 1978. Después de dejar la Casa Blanca, fundó el Centro Carter en 1983, una institución dedicada a la lucha contra los conflictos, la pobreza y las enfermedades a nivel mundial. A lo largo de los años, Carter siguió activo, escribiendo sus memorias, dando clases y colaborando en su iglesia local, la Iglesia Bautista Maranatha en Plains. En reconocimiento a sus esfuerzos por la paz, recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002. A pesar de ser hijo de un segregacionista, Carter se erigió como un símbolo de humildad y advocación por la justicia, dejando un legado ineludible en la historia y en la conciencia política estadounidense.
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