El sector tecnológico global vive un momento de expansión sin precedentes, impulsado por la inteligencia artificial y la creciente demanda de chips. Sin embargo, en Japón, un eslabón crucial en la cadena de valor de los semiconductores permanece casi al margen de estos beneficios: los fabricantes de componentes de equipos de chips, que a pesar de su importancia, lidian con márgenes limitados.
Estos fabricantes, conformados mayormente por pequeñas y medianas empresas, proveen piezas vitales para gigantes de la industria como Tokyo Electron y Applied Materials. Un claro ejemplo es Marumae, con sede en Kagoshima, cuyo presidente, Toshikazu Maeda, señala la paradoja actual: la demanda de chips alcanza niveles históricos, pero las ganancias del sector no reflejan esta efervescencia.
En las últimas décadas, Japón ha pasado de dominar el mercado mundial de semiconductores en los años 80 a desempeñar un papel de soporte fundamental, pero fragmentado. Aunque su ecosistema de proveedores sigue siendo indispensable, está altamente dividido, dificultando cualquier intento de consolidación y fortalecimiento.
El mercado de componentes de equipos de litografía y grabado está valorado en aproximadamente 680 millones de dólares en ventas domésticas, una cifra modesta frente al volumen de los chips de IA. Con una cuota de mercado del 7%, Marumae y sus pares enfrentan una intensa competencia entre docenas de pequeñas firmas, lo que limita sus capacidades de negociación.
Los márgenes de beneficio ilustran la disparidad en la cadena de suministro. Mientras que Tokyo Electron y Applied Materials disfrutan de márgenes cercanos al 30%, los proveedores de componentes japoneses rara vez superan el 10%, un reflejo de su falta de poder en un mercado fragmentado y sobreofertado.
Los contratiempos no se limitan a cuestiones económicas. Las tensiones geopolíticas y las restricciones comerciales afectan particularmente a estos pequeños proveedores, que carecen de la influencia política y el respaldo estatal de los gigantes de la industria, dejándolos vulnerables a los vaivenes del mercado.
A pesar de su papel crucial y su conocimiento técnico irremplazable, el sector de componentes de equipos de chips en Japón enfrenta la necesidad urgente de consolidarse o recibir apoyo gubernamental. Sin estos cambios estratégicos, es probable que continúen siendo espectadores mientras los beneficios del auge de la IA se concentran en otros actores más grandes y poderosos de la industria.