Fabio Ochoa Vásquez, antiguo miembro del cartel de Medellín, ha regresado a Colombia tras pasar 23 años en prisión en Estados Unidos. Ochoa, quien arribó al país en un vuelo que incluía a otros deportados, fue liberado tras cumplir una condena por el tráfico de decenas de toneladas de cocaína hacia territorio estadounidense a finales de los años noventa. Tras ser extraditado en 2001, fue condenado en 2003 a 30 años de prisión, los cuáles se redujeron a 25 por su colaboración con las autoridades norteamericanas. Aunque aún figura en investigaciones relacionadas con la extinción de dominio en Colombia, las autoridades confirman que no tiene cargos pendientes que lo obliguen a permanecer detenido.
El regreso de Ochoa Vásquez, de 67 años, no es un caso aislado, pues otros antiguos cabecillas del narcotráfico, como Juan Carlos Ramírez Abadía, alias «Chupeta», también han cumplido sus penas. Mientras tanto, Ochoa enfrenta nuevas menciones en investigaciones dentro de Colombia, incluyendo una conexión con el empresario Luis Guillermo Ángel Restrepo, implicado en un presunto caso de lavado de activos. A pesar de su pasado vinculado a uno de los carteles más infames y violentos de Colombia, Ochoa sostiene su inocencia respecto a los cargos por los que fue condenado, un relato que contrasta con las pruebas presentadas en su juicio en Estados Unidos. Su liberación marca un nuevo capítulo en la historia del narcotráfico colombiano y plantea preguntas sobre el futuro de quienes, como Ochoa, buscan reinsertarse en la sociedad tras cumplir sus penas.
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