En la madrugada del viernes, el Gabinete de seguridad del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu aprobó una ofensiva en Gaza con el objetivo de ocupar la ciudad. Este plan, respaldado por el sector más radical del Gobierno, enfrenta resistencia en el Ejército y entre las familias de los rehenes, a quienes preocupa el impacto de esta operación. Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor, ha expresado su desacuerdo, argumentando que la anexión de Gaza podría complicar la liberación de rehenes y exacerbar el agotamiento de las tropas.
Zamir, quien asumió el cargo de jefe del Estado Mayor en marzo de 2025, es reconocido por su experiencia militar y ha estado involucrado en decisiones críticas a lo largo de su carrera. Aunque ha mantenido una postura firme respecto a la seguridad de Israel, cuestiona el momento y la naturaleza de la ofensiva propuesta, temiendo que ponga en riesgo a los rehenes. La controversia ha generado tensiones, incluso provocando que Yair Netanyahu, hijo del primer ministro, acuse a Zamir de conductas desestabilizadoras. A pesar de sus reservas, el ministro de Defensa ha defendido el derecho de Zamir a expresar sus opiniones en el marco de la toma de decisiones militares.
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