La Junta ha registrado las cuentas públicas para 2026 sin contar con el apoyo de los partidos de la oposición, lo que ha desatado un clima de tensión política en la región. El proyecto de presupuestos ha sido presentado en un contexto marcado por acusaciones cruzadas de falta de diálogo y consenso. La oposición critica la falta de transparencia y asegura que las cuentas no reflejan las verdaderas necesidades de la población. Ante esta situación, el partido en el poder defiende la viabilidad de sus propuestas y confía en su implementación para impulsar el desarrollo económico y social de la comunidad.
En medio de este escenario, el PSOE ha declarado que mantiene activa su maquinaria electoral, anticipando la posibilidad de unos comicios que podrían redefinir el mapa político regional. La estrategia del partido gobernante se centra en presentar sus logros y proyectos futuros como parte clave de su campaña, buscando consolidar su posición frente a una oposición que promete un cambio de rumbo. Este movimiento es interpretado por analistas como una clara señal de que el clima preelectoral comienza a intensificarse, marcando el inicio de un nuevo ciclo político en la región.
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