Vanessa fue eliminada de la casa de Gran Hermano con un contundente 80% de los votos, decisión anunciada por el conocido presentador Jorge Javier Vázquez. Antes de su salida, Vanessa dirigió unas emotivas palabras a su marido Javier, también concursante, expresando lo mucho que lo necesitaba a su lado. «Quisiera que siguieras, pero no puedo. Te necesito aquí conmigo», declaraba Vanessa, a lo que Javier respondió prometiendo acompañarla. Sin embargo, su regreso al plató no fue del todo amistoso, recibiendo abucheos y críticas por su decisión, especialmente de Vázquez, que canalizó su descontento sugiriendo egoísmo por parte de Vanessa al no poder ponerse en el lugar de su esposo.
El presentador continuó criticando a Vanessa, instándola a ser generosa y permitir que su marido disfrutara del concurso. Insinuó que su partida podría estar motivada por un problema de vanidad, no tolerando que su esposo permaneciera en el programa mientras ella quedaba fuera. A pesar de las críticas, Vanessa mantuvo su postura, afirmando que Javier era «el bastón de su vida» y necesitaba su compañía. En un giro decisivo, Javier optó por abandonar la competencia, manifestando que su esposa era más importante que el programa. Este desenlace culminó con una notable escena de renuncia que deja a ambos fuera de la competición, cerrando un capítulo lleno de emociones en Gran Hermano.
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